La imparcialidad y transparencia del Consejo Regional de Áncash han sido puestas en duda tras la negativa del consejero delegado, Yover Montoya, a agendar la suspensión de la consejera Karen Lázaro. Quien ahora se encuentra virtualmente presente en la sesión supuestamente desde San Luis ya que no pudo estar presente por el estado de la carretera.
Esta decisión ha generado críticas y cuestionamientos sobre un posible favoritismo, ya que el voto de Lázaro fue clave para que el actual delegado obtuviera el cargo.
A pesar que el pedido ya se encuentra en mesa de partes de consejo para tratar el tema en sesión, el consejero delegado ha evitado programar la discusión para hoy que es en una sesión extraordinaria, lo que ha sido interpretado como una maniobra para proteger a Lázaro y devolverle el favor político. Esta situación refuerza la percepción de que en el Consejo Regional prevalecen los intereses particulares sobre el cumplimiento de la normativa y la rendición de cuentas.
La falta de acción en este caso pone en riesgo la credibilidad del Consejo Regional y afecta la confianza de la ciudadanía en la gestión pública. Diversos sectores han expresado su preocupación y a solicitado que se actúe con transparencia, exigiendo que se garantice un proceso imparcial en la evaluación de la situación de la consejera Lázaro.
Se espera que los demás consejeros y las entidades fiscalizadoras intervengan para asegurar que se respeten los principios de justicia y equidad dentro del Consejo Regional de Áncash.
Da la sospecha de afirmar la frase muy conocida, otorongo no come a otorongo.
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