En 1948, se lanzó el concurso "Pollo del futuro" en los Estados Unidos, que alentó a los agricultores a mejorar su ganado a través de cruces para la mejora genética. La idea era conseguir un pollo con más carne y menos periodo de tiempo para el sacrificio. Las gallinas de esa época eran pequeñas, con muslos y pecho delgados, poca carne para ir a la sartén.
Los agricultores y criadores de todo el país participaron enviando huevos para incubar a instalaciones especialmente construidas donde los polluelos fueron incubados y criados bajo condiciones controladas con una dieta estándar. Los polluelos fueron rastreados y monitoreados de cerca por aumento de peso, salud y apariencia.
Después de 12 semanas, las aves fueron sacrificadas, pesadas y medidas por su producción de carne comestible. El ganador fueron los pollos criados por el granjero Franks Saglio. Los pollos en la granja Saglio se cruzaron con otros criados en Inglaterra y de allí vino el súper pollo llamado Arbor Acre, que llegó a dominar el stock genético mundial de pollos. Arbor Acre es un ave mucho más grande que las gallinas normales y tiene grandes pechos carnosos y muslos gruesos.
En 1964, el multimillonario Nelson Rockefeller compró la compañía de genética Arbor Acres y la hizo global a través de su compañía, la Corporación Internacional de Economía Básica (IBEC). Hoy, el 80% de las gallinas que se comen en el mundo descienden del pollo ganador del concurso en 1948. Ciertamente, usted ha probado una de ellas.
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