Este emprendedor llegó a los Estrados Unidos sin hablar inglés, pero su pasión por la gastronomía y la cerveza lo llevó a crear una empresa que en poco tiempo se ha convertido en un éxito.
Este huanuqueño llevó su amor por la gastronomía desde los Andes hasta Boston, transformando el arte de elaborar cerveza artesanal en un homenaje a sus raíces. (Facebook: Roundhead Brewing Company).
Desde su llegada a Boston (Estados Unidos) a los 26 años, sin saber una palabra de inglés, este peruano emprendedor se enfrentó a un nuevo reto que transformaría su vida.
Su pasión por la gastronomía, cultivada desde niño en Huánuco, se fusionó con su amor por la cerveza artesanal, convirtiéndolo en un referente en este campo.
Tras trabajar en reconocidos hoteles de la ciudad como Marriott y Westin, donde tuvo su primer acercamiento a la cerveza artesanal, Luis Espinoza decidió dar un paso más allá: comenzó a elaborar su propia cerveza en el sótano de su casa.
Con dedicación y esfuerzo, y apoyado por tutoriales en línea y libros especializados, perfeccionó su técnica, superando los desafíos de ser autodidacta en un campo tan técnico.
Hoy en día, su nombre es sinónimo de éxito en la elaboración artesanal de cerveza, demostrando que la perseverancia y la pasión pueden abrir puertas incluso en los terrenos más inesperados. Su historia es un claro ejemplo de cómo las raíces y las experiencias pueden llevar a grandes logros.
A medida que su técnica mejoraba, Espinoza comenzó a compartir sus cervezas caseras con amigos y vecinos. Su popularidad creció rápidamente, lo que lo motivó a formalizar su proyecto.
Una de sus creaciones más destacadas fue la cerveza “Ají Seco”, que rindió homenaje a los gallos que su tío criaba en su finca. Este nombre no solo evocaba su amor por la tradición familiar, sino también la influencia de su tierra natal, siempre presente en cada ingrediente y en cada preparación.
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