Investigadores han descubierto el secreto detrás de la impresionante capacidad de la bacteria Deinococcus radiodurans, conocida como Conan, la bacteria, para sobrevivir a niveles de radiación asombrosos.
¡La clave se encuentra en un poderoso complejo antioxidante formado por manganeso, fosfato y un péptido!
Este hallazgo abre la posibilidad de desarrollar antioxidantes aún más efectivos para proteger la salud de los seres humanos, tanto en la Tierra como en futuras misiones espaciales. ¡Imagine lo que esto podría significar para los astronautas expuestos a la radiación cósmica!
Aunque la bacteria Deinococcus radiodurans puede soportar 28,000 veces más radiación que un ser humano, este antioxidante triple podría ser la solución para mitigar los riesgos de la radiación, ya sea en accidentes nucleares o en viajes interplanetarios. ¡Es una verdadera revolución en la protección contra la radiación!
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