Los bacteriófagos, también conocidos como fagos, son virus que tienen la capacidad de infectar y destruir bacterias. Estos organismos, descubiertos hace más de un siglo, han despertado un renovado interés en la comunidad científica, especialmente ante la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos. Por eso, se han convertido en una alternativa viable y eficiente para el control de bacterias patógenas en diversos sectores, como la agricultura, la acuicultura, la preservación de alimentos y la salud humana.
“Estudiar a los bacteriófagos es crucial por su capacidad para atacar bacterias específicas sin afectar otras especies microbianas o a los seres humanos. A diferencia de los antibióticos, que eliminan todo tipo de bacterias, sean buenas o malas, los fagos actúan de manera altamente selectiva, lo que los convierte en una herramienta ideal para combatir bacterias patógenas sin alterar los equilibrios microbiológicos esenciales. Además, su uso no conlleva los efectos secundarios”, destaca Alberto Donayre, docente de la carrera de Bioingeniería de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC)
Usos en la agricultura y preservación de alimentos
En los últimos años, los bacteriófagos han demostrado ser particularmente efectivos en el ámbito agrícola. Uno de los ejemplos más destacados es su uso para combatir enfermedades provocadas por bacterias fitopatógenas como Xanthomonas spp., que afecta a cultivos de gran importancia, como las solanáceas (tomate, pimiento, berenjena).
En ese sentido, los bacteriófagos ofrecen una solución natural y ecológica para mantener la productividad agrícola, reduciendo la necesidad de pesticidas y productos químicos agresivos que pueden dañar el medio ambiente y los recursos naturales.
Además de su aplicación en la agricultura, los bacteriófagos están siendo estudiados como una herramienta innovadora en la preservación de alimentos. Se han desarrollado productos como almohadillas impregnadas con fagos que eliminan bacterias responsables de la putrefacción, lo que puede extender la vida útil de alimentos como carnes y quesos. Estas soluciones no solo mejoran la seguridad alimentaria, sino que también ofrecen alternativas sostenibles para reducir el desperdicio de alimentos, uno de los problemas más urgentes a nivel mundial.
¿Dónde aprender más sobre bacteriófagos?
Con el objetivo de impulsar el conocimiento sobre estos organismos y sus diversas aplicaciones, la UTEC organizará el segundo Congreso Internacional de Bacteriófagos y sus Aplicaciones para el Medio Ambiente del 27 al 30 de octubre.
El evento se llevará a cabo en el campus de UTEC y contará con la participación de expertos internacionales que ofrecerán ponencias y capacitaciones en laboratorio sobre el manejo y construcción de bacteriófagos recombinantes para aplicaciones enfocadas en el medio ambiente, protección de cultivos agrícolas, acuicultura, preservación de alimentos y salud humana.
Estas capacitaciones buscarán proporcionar herramientas a la comunidad científica peruana para aplicar esta tecnología en campos como la protección de cultivos agrícolas, la acuicultura y la preservación de alimentos.
En un mundo cada vez más amenazado por la resistencia bacteriana, los fagos emergen como una esperanza científica que merece toda nuestra atención.
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