Cómo se llamó en Barranco a doña Ana Chiappe de Mariategui. La viuda del Amauta José Carlos Mariategui fue una figura amable y muy querida en la localidad. Tenía a su cargo la librería Minerva, que era de su familia, la misma que quedaba en la tercera cuadra de la avenida Grau,entre la esquina de la calle Unión y la entrada del pasaje Ríos. Era, por decir lo cierto, la librería más surtida de Barranco.
El estacionamiento lucía su interior pintado de sereno verde Nilo, tenía excelentes libros y vendía además útiles de escritorio. La tienda tenía vitrinas de amplios cristales en la fachada y surtidos escaparates en su interior, estantes con colecciones completas, variedad de diccionarios. Siempre con el logotipo de la diosa Minerva de perfil, deidad Latina identificada con la Palas Atenea Griega.
La sra. Mariategui había quedado viuda desde 1930 y con sus cuatro hijos (Sandro, Sigifrido, José Carlos y Javier) Vivía en Barranco cerca del local que historiamos, en la calle Sánchez Carrión. Ella era de tez blanca, ojos penetrantes, cabello oscuro, gran conversadora, hablaba con los clientes sobre los libros de actualidad. Podía dar su opinión sobre muchas obras. Era muy culta, y como tal, lectora contumaz. Su opinión era crítica pero desapasionada, impregnada de sentido común.
Rememoro algunos personajes Barranquinos que frecuentaban la librería y conversaban con La señora Mariategui : Martín Adán, Manuel Beltroy, Manuel Beingolea, Estuardo Núñez, Dora Mayer y acaso José María Eguren.
Yo la recuerdo con fecha especial. Ese día fue todo un acontecimiento en mi vida. Sucedió que volviendo del colegio por la tarde, tenía yo casi 10 años de edad, pasé delante de su librería y vi en la vitrina exterior un ejemplar de la conquista del Perú, del Norteamericano William Prescott. Me acerqué al libro y ella notó mi interés. Pregunté por la obra, me la mostró. Inquirí su precio: era dos soles y ochenta centavos. Naturalmente yo no tenía todo el dinero en mi poder, pero la señora Mariategui, comprensiva y compasiva, me miró sonriendo y dijo: 'deja lo que puedas y el otro mes lo terminas de cancelar". Ella me conocía, porque en Barranco todos nos conocíamos, pero eso no bastaba para explicar su noble gesto.
Esto que narro ocurrió el 7 de Julio de 1942. Anoté la fecha en la parte interna de la contratapa.
Ana Chiappe Iacomini, nació en Lucca, ciudad Toscana Medieval el 26 de Julio de 1898.
Estudió en Lucca y Florencia, donde a los 22 años conoció a Mariategui en casa de una Condesa, después de haber disfrutado de un concierto en La escuela de Bellas Artes.
"Comenzamos a hablar en Italiano, que todavía el no lo dominaba, pidiéndole que conversáramos en otro idioma, sorprendiéndome con el Francés más bello que he escuchado. Parecía un Noble y tenía unos ojos tan profundos".
Se casaron a comienzos de 1921. En Italia viven dos años y seis meses. Luego en 1922 pasan a Francia, Alemania, Austria, Hungría, Checoslovaquia y Bélgica. De donde parten para el Perú, llegando al Callao el 16 de Marzo de 1923. En 1930 José Carlos Mariategui fallece y Ana Chiappe con 32 años y cuatro hijos empieza una nueva vida en nuestro distrito.
Su casa tenía dos puertas que servían de entrada a la conocida librería Minerva, y en la trastienda vivían ellos. Luego pasaron al Pasaje Ríos, departamento número tres, pero utilizándolo sólo como vivienda.
Posteriormente pasan a ocupar una vivienda de la misma avenida Grau, signada con el número 393,con el transcurrir de los años, la librería se pasa al frente, al número 375 que después de 1951,continuó como librería pero teniendo como propietarios a la familia Silva, y después a Germán Eleorraga, pero ya con el nombre de "Independencia", hasta su desaparición en la década de los 80.
El último lugar que ocuparon como vivienda la familia Mariategui - Chiappe en Barranco, fue la casa ubicada a la entrada de la famosa quinta Bischoffhauden, del ahora llamado bulevar Sánchez Carrión, signada con el número 110-G.
Por: Gonzalo Bulnes Mallea
En la Revista Cultural de Investigación "Barranco, la Ciudad de los Molinos”
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