Sonia Carahuanco Benancio (35), madre de dos hijos, es usuaria del programa Juntos y sus ganas de salir adelante, han hecho que a más 2 mil metros de altura sobre el nivel del mar donde ella vive, en el Centro Poblado de Winac en Áncash, crezcan rosas en un invernadero que ha ido construyendo poco a poco.
La historia de Sonia es un ejemplo de perseverancia. Hace algunos años su esposo trabajó en plantaciones de rosedales y ahí aprendió una variedad de técnicas de cultivo, goteo y riego.
Ella logró ahorrar algo de dinero y compró fertilizantes y materiales para la plantación. Fue su esposo quien le enseñó, ayudó y motivó a que cultive sus propias rosas.
Con el paso del tiempo empezaron a hacerse conocidos en el negocio y llegaron las primeras ventas. Cada vez que un cliente les hace un pedido, cortan las rosas maduras para que puedan ser empaquetadas en unidades de 24 tallos para entregarlos a sus clientes.
Ella se esfuerza para avanzar, salir de la pobreza y convertirse en un ejemplo de superación lucha por sus sueños para que más adelante se pueda convertir en un ejemplo para su comunidad.
En el centro poblado Winac, del distrito de Marcara, provincia de Carhuaz (Áncash), se puede apreciar a lo lejos invernaderos lleno de plantaciones de rosas y fresas listas para la cosecha, las que se han hecho en fuente de empleo para el pueblo e inspiración de emprendimiento para los demás familias.
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