Descubre la historia de la iglesia colonial del centro poblado de Uchupata del distrito de Aczo

Descubre la historia de la iglesia colonial del centro poblado de Uchupata del distrito de Aczo
En el corazón del barrio de Santa Rosa de Uchupata se alza una iglesia que no solo es testigo de la fe, sino también de intrigas coloniales y episodios históricos. Esta iglesia, parte del escenario territorial de la famosa hacienda expropiada por Juan Velasco Alvarado, ha sido declarada una verdadera joya de la arquitectura colonial por la arquitecta restauradora Patricia Navarro Grau.

Construida en el año 1608 por Francisco de Prado, dueño de las haciendas de Uchupatay y Carhuac, esta iglesia tenía un propósito claro: asegurar que sus criados asistieran a los cultos religiosos, obligatorios en aquella época. El no asistir a misa no solo resultaba en castigos para los indios, sino también para los dueños de estancias y haciendas.

La jurisdicción eclesiástica de la capilla de Uchupata, ubicada en la actual provincia de Antonio Raimondi, generó conflictos significativos para Francisco de Prado. Los curas de la doctrina de San Andrés de Llamellín insistían en que él y sus criados debían acudir a las misas de domingo y festividades en ese pueblo, a pesar de la distancia de diez leguas de Huari, donde residía Prado. Argumentaba que el virrey Juan de Mendoza y Luna había autorizado a los padres de Santo Domingo de Guari para llevar a cabo la doctrina en sus haciendas.

Estos desacuerdos llevaron al cura de Llamellín, Juan de Esquibel, a presentar una queja en junio de 1610 ante el visitador general del Arzobispado de Lima, Ambrosio de Martel. La excomunión amenazaba a Prado si continuaba desobedeciendo las órdenes, y se le exhortaba a no esconder a los indios, sino a dar ejemplo asistiendo con ellos a las misas dominicales y eventos importantes en Llamellín. También se le pedía demostrar, mediante una cédula, que se había confesado en Huari junto con su familia.

En la era colonial, la obligación de tener una capilla era común para estancias y haciendas, siendo parte de la estrategia española de evangelizar a los indios y someterlos al catolicismo.

En 2012, el viejo techo de la capilla colapsó, pero gracias a la intervención del alcalde del CCPP Isidoro Flores Salas y la Municipalidad Distrital de Aczo, se restauró con techo de calamina, preservando así este patrimonio histórico. Las imágenes de los santos, con sus ropajes antiguos, siguen siendo testigos de aquellos tiempos, mostrando la finura de la tela y los acabados, posiblemente importados desde España.

La iglesia de Santa Rosa de Uchupata no solo es un lugar de culto, sino un testamento viviente de una historia rica y compleja que merece ser descubierta y preservada para las generaciones futuras.

Uchupata del distrito de Aczo

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