Pobladores piden auxilio, porque los extraterrestres no los dejan dormir y tienen miedo que se vayan a llevar a sus esposas y sus hijos.
En la noche del domingo, alrededor de las 8:00 pm, los habitantes de la comunidad de San Antonio, ubicada en el río Pintuyacu - Alto Nanay, denuncian la presencia de seres extraños en la zona. La situación ha generado inquietud, ya que los pobladores no tienen información sobre la identidad, intenciones o procedencia de estos individuos, lo que les ha llevado a suponer que podrían tratarse de los denominados "Pelacaras" o algún tipo de vida extraterrestre.
“Señores autoridades de nuestra región, necesitamos apoyo para nuestra comunidad. Los niños no duermen, las madres se están desvelando, son extraterrestres, están blindados como el duende verde que persigue al hombre araña, son igualitos señores, dos veces le he disparado y no caen, en vez que caigan, se elevan y se desaparecen” señaló un poblador que le disparo al ser extraño.
“Ellos visten un uniforme con una máscara completa como el duende verde, pero de color plateado, sus zapatos tienen una forma redonda como de un platillo, que de ahí se elevan a un metro o cinco metros de altura, además tienen una luz roja en el parte del talón. Sus cabezas y la máscara que usan son largos, y el divisor del ojo es color medio amarillento. Ya con eso te ven bien y se largan, son expertos para alargarse” agrego un poblador.
El pueblo se organiza cada noche para realizar patrullajes y para brindar seguridad a sus familiares, los pobladores afirman que estos hechos se vienen suscitando de manera constante y que se encuentran en peligro, temen por la seguridad de sus hijos. Además, piden a la autoridad competente que investiguen el caso y eviten posibles raptos.
Adolescente atacada
Reátegui denunció que una adolescente fue atacada con cortes en el cuello por estos seres. Ella fue atendida de sus heridas en la misma comunidad.
Debido a esta situación, la población exige presencia militar para que los proteja y que las autoridades locales y regionales tomen medidas, porque no pueden hacer sus actividades cotidianas en el pueblo, ubicado a 10 horas de Iquitos por viaje fluvial.
Mientras tanto, ellos se han organizado en rondas nocturnas para intentar darles caza a quienes atormentan la tranquilidad de la población.
