Es la decoración con diseño felínico en relieve al costado del acceso de una de las chullpas de planta circular de Cutimbo.
Estas construcciones eran de diversa forma y tamaño, por lo general eran más altas que anchas y estaban hechas de piedras. Las chullpas más exquisitamente trabajadas se encuentran en la zona del Collao, las cuales fueron divisadas por los españoles cuando llegaron a esta región en el siglo XVI.
El cronista Pedro Cieza de León (1553) escribe al respecto: «La cosa más notable y de ver que hay en este Collao, a mi ver, es las sepulturas de los muertos. Cuando yo pasé por él me detenía a describir lo que entendía de las cosas que había que notar de estos indios.
Y verdaderamente me admiraba en pensar cómo los vivos se daban poco por tener casas grandes y galanas, y con cuanto cuidado adornaban las sepulturas donde se habían de enterrar, como si toda su felicidad no consistiera en otra cosa; así, por las vegas y llanos cerca de los pueblos estaban las sepulturas destos indios, hechas como pequeñas torres de cuatro esquinas, unas de piedra sola y otras de piedra y tierra, algunas anchas y otras angostas
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