Urko o Urcos como los cronistas lo llamaban fue edificado sobre una pirámide trunca apoyada al lado oriental del morro del mismo nombre, en el tiempo del Inka Lloque Yupanki, posteriormente fue propiedad del Inca Killeskachi Orqo Waranqa, hijo de Wiracocha Inka, cuyo palacio hoy es utilizado como vivienda de los campesinos.
El santuario de Wiracocha el viejo, es la zona más importante del conjunto y posee un ambiente místico particular, el waca de Teqsi Wiracocha está encerrado en una cancha de piedras, tiene cabeza de otorongo, cuerpo de spondilus y cola de serpiente y forma de sapo. La cola de serpientes es acanalada y se remata en una cabeza también acanalada que desemboca en una poza litúrgica.
El imponente torreón circular de piedras con mordiente de barro, deja en incógnita sus caracteres excepcionales de adoratorio, observatorio astronómico, fue mausoleo de Wiracocha “El viejo”.
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