El antropólogo Renato Dávila Riquelme, es el director del Museo Ritos Andinos del distrito de Andahuaylillas en la provincia de Quispicanchi. En su museo, tiene restos esqueléticos de varios tipos, pero hay una parte de su colección que saltó a la fama en los últimos días. Es el esqueleto de una criatura con una longitud de unos 50 cm, con un cráneo desproporcionado, grandes cuencas para los ojos, fontanela abierta (algo típico de los bebés pequeños).
Renato tuvo esta pieza durante mucho tiempo, pero según él, se animó a presentarla en los medios como algo de origen extraterrestre, después de la apreciación superficial hecha por dos médicos españoles y un ruso que llegó al museo hace dos semanas, quienes se sorprendieron por los restos, y luego de analizar a la momia coincidieron en señalar que estas características no son las de un ser humano, Andahuaylillas ubicado a la distancia de 39.2 km de la Ciudad Imperial del Cusco.
Según el propio Renato:
El aprecio ha sido superficial; Lo revisaron y dijeron que esto no era de la tierra. Encontré estos restos en un lugar que es un Apu que está dedicado a Huiracocha, dios del universo de la cultura andina, donde los ovnis a menudo se han avistado. Le faltan las manos, pero los huesos de su brazo son tan finitos y delicados que no corresponden a un enano. Esperábamos el apoyo científico, pero con la aparición de médicos (extranjeros), ya nos animamos a darlo a conocer porque no podíamos ocultarlo. Cabe señalar que los resultados no se han sometido a una prueba de ADN o estudios científicos especializados.
Las pruebas de ADN no se han hecho. No ha sido sometido a ningún estudio científico especializado. Entonces, ¿por qué diablos estamos hablando de una momia alienígena?
No estoy seguro de si es el propio Renato el que está inventando esta historia para llamar la atención sobre sí mismo y su museo, o si ha sido víctima de la incompetencia o impostura de los médicos de los que habla, lo que lo ha llevado a dar un salto en el vacío,Andahuaylillas.
No tengo los conocimientos necesarios para hablar de estos restos, por lo que acudí al Dr. Alfonso Sánchez Hermosilla, antropólogo forense del Instituto de Medicina Legal de Cartagena. Hemos tenido ocasión de leer sus opiniones sobre el cráneo de Starchild (en su discurso sobre el programa de Joaquín Abenza “El último paso”) y sobre el cráneo de Omsk (en los comentarios). Esta es tu opinión sobre esta momia (muchas gracias, Alfonso):
Lo siento, pero es otra falsa. Vamos por fiestas. ES HUMANO CON TODA SEGURIDAD. Es un bebé de pocos meses, con una malformación congénita grave que, sin duda, provocó la muerte poco después del nacimiento. La forma del cráneo se debe a una hidrocefalia congénita, una de sus muchas malformaciones. Al ser un bebé de menos de un año, es lógico tener abierta la fontanela anterior. El hueso frontal dividido en dos es normal en un bebé, pero además, el 10% de la población mundial, de todos los grupos étnicos, conserva el hueso frontal dividido en la adultez. Lo tengo, y no soy extraterrestre, para dar un ejemplo. La presencia del llamado hueso epactal, o hueso inca, confirma su origen étnico amerindio.
La presencia de dientes, que son ciertamente lácteos, y no definitivos, no es poco común en recién nacidos, especialmente en el contexto de malformaciones congénitas graves. En resumen, otro caso de restos humanos raros. Enfermo humano, sí, pero humano, y nada más.
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