El europeo estaba de vacaciones y se encontraba dando un paseo por la capital, al momento que el delincuente intentó asaltarlo, lo miro "carne fácil" pero no se imaginó que iba a ser una muy mala idea, pues su víctima era un policía alemán.
Tras el intento de robo, el extranjero se defendió y terminó vapuleando al asaltante.
El delincuente sufrió varias heridas en su rostro producto de los golpes, quedó ensangrentado, con los ojos morados como lo ve en las imágenes.
Los agentes de seguridad y la Policía Metropolitana se presentó al sitio para atender la situación, que ya había sido controlada por el extranjero.
El ladrón agradeció la presencia de los gendarmes que lo rescataron del alemán que era un Diablo para los golpes de puño y un Satanás para las patadas.
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