Es una construcción semi-circular edificada sobre una roca maciza, bloque de granito existente adaptado a la curvatura natural cuyo permetro es de 10.50 m. En este edificio se hallan dos ventanas trapezoidales con protuberancias en cada esquina, en el lado norte se observa una puerta finamente labrada con horadaciones en sus jambas, muy similares al del Templo del Qoricancha en el Cusco.
Cuando Bingham encontró este grandioso edificio muy finamente construido en forma de torre semi-redonda, pensó inmediatamente que era similar al Templo del Sol (El Koricancha) en Cusco, y este templo en Machu Picchu también era un templo dedicado al sol. Y parece que él no estaba equivocado al pensar que las dos ventanas estaban alineadas a los puntos dónde el sol sale por las mañanas del verano y solsticios del invierno, el día más largo y más corto del año, respectivamente.
Aparte de la identificación de los solsticios los astrólogos incas podían también tomar las decisiones acerca de los meses o tiempos en los cuales plantar y cosechar, además podían saber a cerca de los cambios en las estaciones, y cuándo plantar ciertos productos. La observación del sol se complementó con la observación del cielo por las noches, estudiando las constelaciones cuyas apariciones y desapariciones también ofrecían una información útil para la agricultura.
El Templo del Sol
Se construyó encima de una gran piedra que se pulió finamente y los Incas levantaron las paredes siguiendo los contornos de la piedra original. Debajo del templo existen cavernas dónde se encontraron tumbas, estas fueron nombradas como las Tumbas Reales.
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