El Gobierno francés ha amenazado con volver a prohibir la presencia de público en los estadios por razones sanitarias si no se cumplen las reglas para luchar contra los contagios del coronavirus, tras el comportamiento de espectadores del París Saint Germain (PSG) el pasado viernes.
En un comunicado, el Ministerio de Deportes avisó de que podría decidir la celebración de partidos a puerta cerrada "si no se respetan las medidas destinadas a luchar contra la propagación del virus en los próximos partidos".
"Respetar las distancias y los protocolos sanitarios es una necesidad absoluta para la salud de los aficionados y de todos los franceses", subrayó.
La ministra, Roxana Maracineanu, mantuvo este lunes un encuentro con la presidenta de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Nathalie Boy de la Tour, y con la directora general de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Florence Hardouin, sobre el controvertido comportamiento de algunos espectadores en el encuentro amistoso entre el PSG y el club belga de Waaland-Beveren.
Fue el primero que el equipo de la capital francesa disputaba en su estadio, el Parque de los Príncipes, desde la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones con el Borusia de Dortmund el 11 de marzo, cinco días antes de que se decretara el confinamiento en Francia.
Con el avance de la desescalada, las autoridades en Francia autorizan desde el 11 de julio que se jueguen partidos de fútbol con hasta un máximo de 5.000 espectadores en las gradas.
Pero la falta de distancia entre una parte del público en el Parque de los Príncipes, que tampoco llevaba mascarillas, podría suponer una marcha atrás cuando tanto los clubes como las ligas lo que esperaban es que el número de personas autorizadas aumente.
Final con espectadores
El próximo viernes, el PSG disputará la final de la Copa de Francia al Saint-Etienne en el Estadio de Francia de Saint Denis, adonde está previsto que acuda entre los 5.000 espectadores, como es tradición, el presidente, Emmanuel Macron, que debería ir acompañado de Maracineanu y del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer.
Macron, como todo el público, habrá de llevar mascarilla para desplazarse por el interior del estadio y en la tribuna presidencial.
Bajará al césped para saludar a los jugadores (que habrán sido sometidos a un test, según los protocolos en vigor), pero -según "L'Equipe"- no les dará la mano y se mantendrá a una distancia mínima de un metro.
ANDINA