Descubrió la música a partir de su propia sensibilidad. Surge en Bolivia, cargado de un vasto potencial musical intuitivo. En 1979, inició su extensa trayectoria artística, sembrando sus obras desde el ámbito tradicional-popular hasta los espacios contemporáneos. Lleva consigo su bandera musical: “La Cueca Boliviana”, su genuino y fundamental medio de inspiración y expresión.

Willy, da inicio a una nueva forma de interpretación de la cueca boliviana, (la misma que tradicionalmente es un ritmo bailable de pareja) llevándola por una dirección personal, no tradicional, basada fundamentalmente en la melodía.

En la bella cueca “No le digas”, comparte autoría con uno de los más destacados escritores bolivianos del siglo XX, el mítico Jaime Sáenz.

Willy, no es cultor tan solo de la cueca “tradicional boliviana”; con el paso de los años fue buscando el embellecimiento y evolución de esta expresión cultural, hasta emparentarla con las más grandes composiciones contemporáneas latinoamericanas.

Su libro de partituras “30 piezas bolivianas para guitarra”, es punto de partida en las grandes escuelas musicales de Bolivia y muchas de sus obras, son piezas obligatorias en diversos concursos de guitarra, constituyendo así un valioso aporte al patrimonio musical del país.

Por iniciativa suya, el 30 de noviembre de 2015 fue promulgada la Ley Nacional 764 que declara a la “Cueca Boliviana, Patrimonio Cultural e Inmaterial del Estado Plurinacional de Bolivia” que a su vez instituye anualmente al primer domingo de octubre como “El Día de la Cueca Boliviana”.

Actualmente, realiza conciertos como solista o acompañado de músicos de alto nivel y también junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Bolivia. Este talentoso exponente de la guitarra latinoamericana, despliega su arte en diferentes escenarios del mundo, dejando su valioso legado al paso de su andar.