Por Luis Zuta Dávila.- El estadio Los Chankas de Andahuaylas se convirtió desde ayer en el santuario del folclor regional con el esperado encuentro del carnaval rural y el urbano, que marcan el clímax del Pukllay 2019, el Carnaval Originario del Perú.
Más de 120 delegaciones provenientes de las provincias, distritos y centros poblados del departamento de Apurímac, llegaron al coloso deportivo para exhibir sus mejores coreografías llenas de arte, belleza, colorido y tradición que expresan la extraordinaria cultura ancestral que identifica a los herederos de la aguerrida civilización chanka.
Desde las 09:00 comenzaron las presentaciones de las comparsas. Una hora antes se abrieron las puertas del escenario deportivo para recibir a la multitud que progresivamente fue colmando las tribunas deseosa de vitorear y alentar a los danzantes.
Los integrantes de las delegaciones rurales fueron quienes llamaron más la atención gracias a la singular belleza y colorido de sus atuendos típicos, la atractiva representación de sus rituales campestres, así como por la participación de familias enteras, con las madres que danzaban con sus pequeños hijos sobre sus espaldas.
Ni el frío, que se intensificó al caer la tarde y durante toda la noche, pudo restar un ápice el entusiasmo y la euforia de los danzantes. Sobre todo de las mujeres integrantes de las delegaciones rurales, quienes bailaron descalzas a la usanza tradicional.
Sin embargo, el extraordinario derroche de energía en los movimientos de baile afectó a más de una veintena de danzantes, entre mujeres y hombres.
Ellos quedaban exhaustos y sufrieron desvanecimientos, por lo que fueron atendidos de inmediato por brigadistas de salud y paramédicos de los bomberos con el apoyo de agentes de la Policía Nacional.
Durante el despliegue de las delegaciones concursantes los niños fueron los más ovacionados por el público, que los aplaudió y vitoreó durante su presentación, que mezclaba ternura, júbilo, entusiasmo y destreza innata para las danzas folclóricas.
Distinciones
Un día de sol radiante acompañó la competencia dancística que premió, por primera vez, con un trofeo especial llamado Tinya, en las categorías oro, plata y bronce, al primer, segundo y tercer lugar, respectivamente.
La tinya, también llamada wankar o wankara, es un instrumento de percusión similar a un tambor, muy utilizado en la tradición musical ancestral de los pueblos originarios del Perú. Junto con esta distinción se entregaron importantes premios en efectivo.
El lema: ¡Kuska sunqunchikta kusirichisun! (¡Todos juntos alegremos nuestros corazones!) fue mencionado con frecuencia durante esta manifestación del Pukllay 2019, que continuó hasta muy entrada la noche.
Pukllay es una palabra quechua que en castellano significa “juego” y representa a la fiesta de agradecimiento a la naturaleza en general, así como a los apus o divinos guardianes, y a la pachamama o madre tierra, que provee los alimentos y la vida.
Hoy sábado culmina la decimosétima edición del Pukllay, el "Carnaval de Todas las Sangres", con la segunda jornada de danzas en el estadio Los Chankas.
Será el turno de las delegaciones provenientes de las provincias andahuaylinas, así como de otras regiones del país y de dos naciones invitadas: Colombia y México. A ellas se unirán los ganadores del encuentro del carnaval rural y el urbano.
De esta manera, se despedirá con gran júbilo y satisfacción multitudinaria al Carnaval Originario del Perú 2019.
ANDINA