Bailar marinera, además de la emoción que representa por tratarse de la danza nacional, ayuda en muchos aspectos a quien la practica, tanto en lo físico como en lo emocional.
En lo físico, la práctica de este baile mejora la postura, forma, equilibra, estiliza y da elasticidad al cuerpo, afirmó el profesor de marinera y danzas folclóricas y campeón nacional Miguel Urbano Calderón.
Además, por los movimientos que implica fortalece el corazón al bombear la sangre con mayor celeridad.
También es importante en lo emocional, porque el constante movimiento del cuerpo hace que se produzcan endorfinas con la consiguiente mejora en el ánimo, combatiendo la depresión y el estrés.
Urbano Calderón afirmó que la práctica de la marinera ayuda mucho a la coordinación de movimientos para marcar los pasos adecuados, a desarrollar disciplina y a vencer la timidez; por esto último es recomendable para los niños con habilidades diferentes, como aquellos que tienen síndrome de Down o autismo.
"La marinera es un baile libre en el que el profesor solo guía a los danzantes por medio de un esquema, pero quienes terminan transmitiendo su alegría son ellos", anotó el profesor de la escuela de arte y danza Risso.
La edad adecuada para iniciar la práctica de este baile es a los 3 años, porque los más pequeños absorben rápidamente todos los conocimientos y logran desarrollar la concentración, que es tan importante para los estudios; así como el pensamiento matemático, porque en la marinera se marcan figuras geométricas.
En lo personal, Urbano Calderón afirma que la marinera, que practica desde los 9 años, le ha abierto muchas puertas, permitiéndole competir en festivales internacionales y dictar clases en el extranjero.
ANDINA