El trabajar en aquello que te apasiona y que podría catalogarse como una afición es un lujo del que los que pocos gozan como los docentes y artistas profesionales de floklore que son tan demandados que el 98% de ellos tiene trabajo asegurado apenas terminan sus estudios de formación.
Así lo manifestó Tania Anaya Figueroa, directora general de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, durante el programa Martes Educativo de Andina, donde señaló que sus estudiantes tienen un mercado laboral amplio, que incluye colegios, universidades, orquestas, grupos de bailes, centros de adulto mayor y hasta penales.
“En el caso de danza todos los colegios del Perú tienen un concurso de este tipo al año. Los profesores que existen no se abastecen y es así como empiezan a buscar gente joven, quienes tienen trabajos esporádicos mientras estudian en talleres de danza, música o acompañamiento”, anotó.
Refirió que sus estudiantes nunca paran y que ahora mismo un grupo numeroso se encuentra en Puno bailando ante la Virgen de La Candelaria, mientras que otros están haciendo investigación, recogiendo información y “vivenciando” las numerosas danzas o música tradicional que tiene nuestro país.
“Quien elige esta carrera debe tener capacidad y aptitud rítmicas desarrolladas, potencialidad expresiva, poder de interpretación y conocimiento danzario de algunos ritmos tradicionales del país, como el festejo, el vals, la marinera, los carnavales, huaynos y algunos otros bailes amazónicos”, señaló Luis Paiva Muñoz, docente de danzas amazónicas y andinas.
Rosa María Bravo, maestra de la misma institución, agregó que la danza no es solo coreografía y vistosidad. Ella está asociada a la historia, a la geografía del país, con significados que deben conocerse a profundidad.
“No olvidemos que la danza es contar la historia a través del movimiento. Cada comunidad representa hechos históricos a través de movimiento. Detrás de una Maqtada de Cáceres está el recuerdo de un pueblo que peleó por defender su territorio. En una waca waca de Puno está el recuerdo de la presencia de toros y corridas.”
Brillan en el extranjero
La especialista comentó que muchos egresados brillan ahora como docentes incluso en otros países como España, Italia, Estados Unidos o Rusia, donde han abierto academias de bailes o llegan de gira.
“En el ámbito de los artistas profesionales nos alegra y enorgullece que el casi el 80% del Elenco Nacional de danza del Ministerio de Cultura se hayan formado aquí. Nuestros estudiantes se preocupan por recuperar nuestro patrimonio inmaterial que está asociado a las costumbres y tradiciones, por eso se les inculca viajar para investigar”, detalló la profesora Bravo
Y lo mismo ocurre con la música, relató Gianfranco Pérez, de 21 años, a quien encontramos en su clase de etnomúsica.
En el último ciclo de estudios, comentó que la Escuela los incentiva permanentemente a cultivar y promover la cultura de nuestro país, sin dejar de lado la investigación.
“Mi especialidad es la guitarra. Mis padres me apoyaron con la elección de esta profesión porque ellos también son egresados de la Escuela de folklore con especialidad en danza. Desde el primer ciclo tenía trabajo en agrupaciones folclóricas, latinoamericanas, peruanas y como docente en algunas instituciones educativas para música. Es una carrera muy interesante”, comentó a la agencia Andina.
Un Hobby como carrera
La Escuela Nacional de Folklore ofrece cuatro carreras: docencia en música y danza, y la carrera de artista en música y danza. Todas tienen una duración de cinco años de formación. Sus egresados salen como bachilleres y tras la presentación de la tesis alcanzan el grado de licenciados, pudiendo estudiar una maestría más adelante.
El próximo examen de admisión se realizará en dos etapas: 26 y 27 febrero para aquellos que no sean mayores de 25 años.
Quienes superen esa edad tienen un examen de admisión especial en marzo para seguir un “programa para gente que trabaja y que ya tiene experiencia en el tema de danza. Ellos estudian los viernes y domingos. Allí no hay límite de edad”.
Tania Anaya explicó que la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, al ser pública, no cobra pensiones.
Los chicos solo pagan su examen de admisión (400 soles), luego la matrícula del ciclo (120 soles) y finalmente su carnet universitario (20 soles).
“Tenemos chicos de provincia que vienen y alquilan una habitación cerca a la escuela y luego retornan a su región o se quedan aquí. Tenemos chicos que han venido de Tacna, Ica, Cusco, el centro e incluso de Chile y Bolivia quienes llevan la carrera completa.”
Comentó que, si bien la elección de una carrera es a veces muy difícil porque es sobre lo que vas a trabajar el resto de tu vida, animó a quienes gusten mucho de la música y danzas indagar sobre las carreras que su institución ofrece.
“A quienes quieren estudiar en nuestra escuela les digo que no se van a arrepentir porque nuestros alumnos trabajan sobre su hobby, sobre lo que les gusta y por eso siempre están felices”.
Finalmente agregó que aquellos que aman la música y las danzas folklóricas, pero desean estudiar de manera libre, pueden llevar cursos libres a precios módicos de dos meses por el precio de 170 soles.
ANDINA
0Comentarios