Nació el 12 de marzo de 1980 en la provincia de Chincheros, Apurímac, en el seno de una familia de pequeños agricultores.
Desde niña, ella mostraba una extraordinaria afición por el canto y aprovechaba cualquier ocasión para ponerse a cantar. Más adelante, y alentada por el profesor Benigno Gamboa, su maestro de primaria, participa en las célebres actuaciones escolares. El año 98 fue finalista de...l concurso departamenta “Buscando Nuevos Valores”.
En 1999, luego de obtener una beca, se trasladó a Ayacucho para estudiar en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, ciudad en la que se vinculó con los maestros Carlos Falcón, Otoniel Ccayanchira y Oscar Figueroa.
Graba su primer CD el año 2005: “Josefina, Canto y Ternura”, que reúne 12 canciones del folklore andino, destacando “Quién dijo Amor” del maestro Ricardo Dolorier -el célebre autor de “Flor de Retama-, quien conmovido por la frescura de su voz, puso en sus manos dicho tema, inédito hasta entonces.
Participó en diferentes programas de la TV peruana, como “Miski Takiy”, “Canto Andino”, “La Cajita Musical”, “Lo Nuestro con Cecilia Barraza” y “Sonidos del Mundo”; en este último, gracias a una invitación de la señora Mabela Martínez, cantó para Mercedes Sosa.
Realizó presentaciones en muchas ciudades del país, destacando los recitales que realizó en Lima con los maestros Jaime Guardia, “Manuelcha” Prado, Carlos Falconí, Manuel Silva “Pichinkucha” y Julio Humala.
Entre los años 2005 y 2006, Josefina Ñahuis fue la vocalista del Conjunto Nacional de Folklore, elenco de la Escuela Nacional Superior de Folklore “José María Arguedas”.
En diciembre del 2007 se graduó como Química Farmacéutica. Felizmente, su actividad profesional no impide que siga cultivando los diversos géneros de la música andina.
Josefina Ñahuis grabó en el 2009 “Takipara”, considerado por la crítica como uno de los mejores volúmenes de música andina de ese año 2009, al igual que el DVD “Puente de Música”.
El periodista Ángel Páez escribió lo siguiente: “Es imposible no sentirse tocado por la voz de Josefina Ñahuis. Se instala de inmediato en el corazón. Huele a retama y suena a cascada de manantial, pero también ruge como el viento de la puna”.